¿Qué no debes decirle a tu jefe?
La palabra "no" dicen tan veloz como el enfado que le da a tu jefe en el momento en que te pregunta algo y le respondes de esta forma. No tiene que ver con que respondamos "sí" a todo cuanto afirma, sino más bien, en otras expresiones, de hacerle comprender que no andas según con él o que no andas asumiendo una labor. Sí, sabemos: o sea muy simple de decir y realmente difícil de poder...
En el momento en que tu jefe te solicita que completes una labor u propósito, él desea que lo hagas y no como él lo logró . Si ahora te explicó de qué manera lograrlo, ahórrate preguntándole el "de qué manera" y recurre a un compañero a fin de que te asista.
Si tu jefe te pregunta algo y no andas segurísimo de de qué manera llevarlo a cabo, no se lo afirmes. Es preferible soliciar consejo sobre los procedimientos que se deben llevar a cabo (por poner un ejemplo, ¿hay alguien en la compañía que te logre orientar? ¿Hay un manual de métodos?).
Esto revela que andas listo y presto a estudiar sin aceptar tu ignorancia.
Oraciones que debe eludir al charlar con su jefe
Más allá de que es verdad que se piensa que no debe llevar a cabo un voto de silencio, es esencial tener precaución con la manera en que se dicen las cosas. Examina los pequeños datos y el contenido y contenido de tus expresiones al comunicarte con tu supervisor. De ahí que, los especialistas en coaching y elementos humanos aconsejan tomarse el tiempo para meditar antes de quejarse.
- "Andas equivocado". Apuntar un fallo al jefe es un error grave. No radica en esperar que no hay nada, sino más bien en abordarlo desde una visión diferente, como “quizás me confunda, pero tengo la sensación de que esto…”. La iniciativa es utilizar un tono cordial y ofrecer la impresión de que andas intentando encontrar asistencia.
- "No puedo". Jamás afirmes en el trabajo que no puedes llevar a cabo algo. Implicará que no tienes intención ni seguridad.
- "No es mi trabajo". En las compañías, se estima que los usados sean flexibles y capaces de trabajar en grupo. Por ende, cuantas mucho más capacidades poseas, mucho más importante te volverás. Decir que no haces algo pues "no es tu trabajo" supone que no andas saliendo de tu papel.
- "No tengo ni la más mínima idea". Absolutamente nadie espera que sepas las respuestas a todo, pero sí aguardan que poseas la intención de saberlas. Antes de decir que no tienes idea algo, es preferible decir que andas intentando encontrar la solución.
- "No". Más allá de que en varios puntos de la vida un "no" a tiempo puede asistirnos, en el trabajo es un error grave. En su rincón, puedes decir: “El día de hoy es bien difícil por el hecho de que asimismo tengo esto. ¿Preferirías que me concentre en esta labor?
- "Lo procuraré" si bien en ocasiones creemos que es buena contestación, piensa a tu jefe respondiendo con "Lo procuraré" si deseas unos días libres...
- "Eso es no es lo que escuché". Es bastante superior eludir los comentarios. Antes de charlar, asegúrese de comprender lo que va a decir.
- "¿Y qué hay para mí?". seguramente se le solicitará asistencia de otros departamentos. Los amos eligen personas que asistan y sepan trabajar en grupo.
- "Lo siento, pero...". Más allá de que es verdad que es muy normal que la gente cometan fallos, es preferible decir "voy a tener mucho más precaución la próxima vez" o "procuraré no regresar a llevarlo a cabo" en vez de una disculpa seguida de una explicación...
- "El día de hoy tengo un mal día, seguido de una situación personal". Todos somos humanos y como semejantes contamos inconvenientes: roturas, inconvenientes con los amigos, riñas familiares… No obstante, en el trabajo hay que entender dejarlo de lado y rendir en el trabajo.
- "Hice lo destacado que pude". Esta oración es indudablemente un grave fallo, puesto que afirma que diste lo destacado de ti (y el trabajo salió mal).
- "Me marcho de aquí". Amenazar jamás es una gran idea. No piensa que su jefe descubrirá si es verdad o es un engaño. Quizás prefiera llevarlo a cabo sin ti.
- "Pensé..." Todos cometemos fallos, pero hay que admitirlos. En caso contrario, podría terminar con su trayectoria.
- "En mi último trabajo lo hacíamos de este modo." Evite las comparaciones en todos y cada uno de los lados.
- "No es mi culpa, es fulano de semejante". Acepta tu compromiso y no señales a el resto.
- "El jefe previo lo logró mejor". Todos y cada uno de los jefes suponen que su trabajo es preferible que el previo. No lleve a cabo cuestiones salvo que sea un fallo. Lo destacado es que te adaptes.
- "No puedo trabajar con esta persona". Como ahora vimos, los amos desean personas que trabajen juntas y en grupo.
- "Hay favoritismos". El "por qué razón siempre y en todo momento yo y no tal y tal" es una actitud infantil que va a hacer que te despidan antes de lo que piensas.
- "Estoy poco entretenido". Considera que por realmente bien que te lleves con tu jefe, no es tu amigo. Te abonan por ser productivo y entusiasta.
- "Deseo charlar con Elementos Humanos". Jamás se aconseja olvidar a tu jefe salvo que estés a puntito de llevar a cabo algo muy definitivo.
- "No tengo solución". Es esencial dar resoluciones y no inconvenientes.
- "Estoy ocupado". Su jefe puede venir a su mesa con urgencia. Si es de esta manera, pregunte si las preferencias cambiaron, en tanto que su trabajo debería centrarse en eso.
- "Es realmente difícil." Absolutamente nadie desea gente negativa en el aparato. Por consiguiente, si su jefe le muestra una labor muy dificultosa, presente buenos razonamientos a fin de que se ponga en su sitio.
- “¿Puedo salir antes? Solo que no hay bastante trabajo. Es habitual salir temprano ocasionalmente, pero no afirmes el lema "no hay bastante trabajo". Siempre y en todo momento se puede seguir y los amos procuran idea.
PROMETO QUE LO HARÉ
Si me diesen un dólar por toda vez que alguien me prometió algo en la vida, estarías leyendo el producto de un magnate millonario en este preciso momento.
Jamás le afirmes a tu jefe, o explicado de otra forma, jamás le prometas algo que sabes que no vas a poder cumplir.
"Eso no es lo que afirmaste"
A lo largo de nuestro trabajo, de forma frecuente estamos en ocasiones en las que hay falta de comunicación. Pero si eso pasa y su jefe se contraría, no insista en que usted lleva razón y él o ella está equivocado. Salvo que tenga prueba documentada de que su jefe ha dicho lo que afirma, cállese.
Aun si tienes esa prueba, por servirnos de un ejemplo, tu gerente te envió normas por escrito, y en este momento se contraría y trata de culparte, sé amable. Abre ese e-mail y di algo como "Verdaderamente creí que proseguí estas normas precisamente. Por favor, muéstrenme dónde me equivoqué y observemos de qué manera tenemos la posibilidad de solventarlo". Le ahorrará a su jefe la vergüenza de su fallo, lo que asimismo lo salvará de una reacción beligerante mucho más adelante.
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