¿Cómo convertir el fracaso en éxito?
En el momento en que piensas en comenzar un negocio, no dejas de meditar en de qué manera lograr que tus proyectos tengan éxito y transformarte en millonario. En ocasiones nos ofrecemos a leer consejos o percibir las historias de los nuevos negociantes mucho más conocidos para procurar saber de qué forma consiguieron tener un negocio exitoso. No obstante, dejamos de leer, oír y estudiar de los descalabros por el hecho de que habitualmente estas situaciones tienen la posibilidad de enseñarnos historias mucho más valiosas que las de éxito.
Es muy simple dejarse impresionar por el éxito de los nuevos negociantes de renombre, el inconveniente es que solo conocemos las historias del 1% de nuevos negociantes que supieron "construir" al tiempo que nosotros los descalabros y las barreras que tienen. sobrepasar el otro 99%. El inconveniente empieza en el momento en que emprendemos y solo tomamos como referencia las situaciones de éxito, en tanto que esto puede producir frustración al no conseguir los desenlaces aguardados y ignorar nuestros proyectos.
Procurar algo y fallar te ofrece experiencia y te asiste para lograr esa fórmula que al final te dejará lograr tus misiones. Aprende a explotar al límite tus fallos y no dejes que pasen inadvertidos.
Por Redacción TNEEl fracaso es desapacible, pero nos agrade o no, va a suceder en algún instante del desarrollo de implementación de un nuevo producto o servicio o de comenzar un nuevo negocio. Pero el fracaso en sí no es ni negativo ni positivo, es la reacción o contestación la que establece si se restringe a una situación incómoda que te daña o se transforma en una ocasión de estudio que te puede conducir a crear y llevar a cabo otras cosas para progresar. con la capacidad de transformar el fracaso en éxito. Cada vez son mucho más las compañías que ven en el fallo un trampolín hacia el éxito. No obstante, a fin de que eso ocurra, debemos tener la madurez para admitir nuestros fallos. Admitir el fracaso solo es bueno si te asiste para tener éxito la próxima vez. Probablemente las fallas recientes conduzcan a éxitos futuros en el momento en que las organizaciones les dan el enfoque preciso para valorar por qué razón fallaron y pasan esa información a los asociados o usados a fin de que el saber se vuelva institucional. No escapes de tus descalabros Rememorar los fallos puede ser bien difícil. Por esa razón muchas compañías eligen no charlar sobre los fallos que han cometido y, en la mayoría de los casos, solo examinan superficialmente el inconveniente. Eligen pasar página, fingir que no pasó y enfocarse más adelante. Esta forma de pensar les impide explotar entre las mayores ocasiones de estudio que se les presente. Solo tenemos la posibilidad de estudiar del fracaso si le ofrecemos el respeto que se merece. Es requisito encararlo y efectuar un análisis cuidadoso para comprender qué se hace mal y modificarlo. Para esto, es esencial que observemos nuestros fallos como estudio. Esto te va a ayudar a accionar sin resquemores ni prejuicios en el momento en que precises reaccionar frente a un revés. Ten en cuenta que solo el que procura fracasa, el que persiste triunfa. En ocasiones el inconveniente es no poder hacer un producto de la manera deseada. En el momento en que este es la situacion, la primera cosa que debe realizar es no darse por vencido. Debes seguir lo que salió mal, ajustarlo y proseguir intentándolo. Ten en cuenta que para ser verdaderamente bueno en algo, primero debías ser verdaderamente malo. La determinación es la clave para transformar el fracaso en éxito. Un excelente ejemplo es el de WD-40. Antes que el químico Norm Larsen encontrase la fórmula adecuada para el popular aceite en aerosol para todo empleo, falló 39 ocasiones. No obstante, logró ver una experiencia de estudio en todos y cada uno, amoldó su fórmula y lo logró. En verdad, el producto transporta su nombre de la clave en el fichero que el producto dejó en el laboratorio, afirmaba "Fórmula 40 de movimiento" en referencia al número de intentos. En el final, la perseverancia del Dr. Larsen dio sus frutos y el día de hoy su producto se vende abudantemente. El éxito no se logra de un día para otro, se debe tener paciencia y perseverancia. El fracaso es requisito para la innovación Es esencial comprender que la innovación no es un destello, no es algo que se consigue a la primera, es un desarrollo no estructurado en el que intervienen varios causantes sobre los que no contamos control. Entre las partes mucho más complicadas de los procesos de innovación es entender que el fracaso es una sección esencial del mismo y tiende a ser la antesala del éxito. No obstante, a fin de que esto ocurra, tienes que estudiar a detectar una ocasión para crear y reinventar tu negocio frente a la adversidad. Olivetti es una compañía italiana que a lo largo de bastante tiempo fué líder en la industria de fabricación y venta de máquinas de redactar. Por último, con el avance de las PCs, la compañía cayó en una crisis financiera que la llevó a la bancarrota en 2004. No obstante, pese a esta bien difícil situación, la compañía logró amoldarse a las condiciones del mercado. La compañía decidió reinventarse completamente y se especializó en la fabricación y comercialización de otro género de máquinas de oficina como fotocopiadoras, impresoras y cajas registradoras. El día de hoy, Olivetti se encuentra dentro de las fabricantes líderes en el mercado de impresoras financieras. El trabajo en grupo falla menos Varios nuevos negociantes comienzan su aventura en el planeta empresarial a solas. El inconveniente de sencillamente cometer un fallo es que normalmente provoca que sea mucho más bien difícil detectar qué salió mal. Comunicar su fracaso con un colega, junta o aparato de seguridad le deja ver la situación por medio de otros ojos. Esto precisamente puede asistirlo a saber qué cambios tienen que efectuarse en su desarrollo a fin de que su producto sea un éxito. Converse es una prueba de de qué manera la colaboración puede asistirlo a transformar los descalabros y hacerlos triunfantes de nuevo. Desde su fundación en 1908, la marca fué un desarrollador líder de zapato deportivo. No obstante, con el paso del tiempo, la compañía dejó de crear en sus modelos y fue superada por colosales como Nike y Adidas. En 2001, Converse se declaró en quiebra con una deuda de 183 millones de dólares americanos. Un par de años después, Nike escoge obtener la compañía por 305 millones de dólares americanos. Esto resultó ser la felicidad salvadora de Converse. Nike supo explotar esta situación y revivió de forma rápida una marca de tenis que parecía obsoleta. Si Converse no hubiese recibido la oferta de Nike, probablemente la marca habría desaparecido. Como estas compañías, existen muchas otras que convirtieron sus descalabros en éxitos. La clave es admitir el fracaso y saber dónde se encuentra el fallo. Solo de esta forma lograras usarlo como herramienta de estudio para reinventar tu producto o servicio y lograr el éxito esperado.
Paso:
Por último, desenfoca o desvía tu atención de ti y piensa en el resto.
Piensa en de qué forma puedes llevar a cabo una contribución efectiva a otra gente.
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